Desde la creación en los años 90 -del siglo pasado- del primer curso de sumilleres de España, que recibió el Premio Nacional de Gastronomía, estamos muy comprometidos con la profesionalización del sector. Consideramos que toda actividad económica debe ir respaldada por una actividad académica que se convierta en la herramienta para el cambio y la excelencia. La mejor educación que hay es ver a los grandes maestros en acción, todos grandes amigos y profesionales de más prestigio aún.

El mercado va evolucionando y los consumidores cada vez están más formados. Pero hay algo que permanece en la buena mesa y es la vocación y el enfoque hacia la motivación y productividad de los equipos. Por eso nosotros también nos seguimos formando día a día.